Hoy quiero dar el punta pie inicial a este espacio que hemos creado como familia.
La idea es sencilla pero profunda: tener un lugar donde guardar y compartir nuestra historia, nuestras experiencias, anécdotas, aprendizajes y también aspectos de nuestra vida cotidiana. Queremos que este sitio sea una especie de baúl abierto donde podamos ir guardando recuerdos y, al mismo tiempo, crear nuevos capítulos en conjunto.
Este blog no será solo mío. Aquí se van a escuchar las distintas voces de nuestra familia: la de mi madre, la mía, la de mi hermana y, quizás más adelante, también la de mi padre, mi hermano y mis sobrinos. Cada uno aportará sus recuerdos, vivencias y reflexiones, desde distintas perspectivas y lugares. La idea es que se mezclen generaciones, estilos y formas de contar, para que al final tengamos un mosaico que nos represente como familia.
A mí me toca ser quien organiza todo esto, como un director de orquesta que ayuda a que cada voz encuentre su lugar. Me motiva el poder reunir en un solo espacio tanto lo que fuimos, como lo que somos y lo que estamos construyendo. Deseo que este blog se convierta en un álbum vivo, un espacio de memoria y también de presente, donde quede plasmado lo que somos como familia, y que con el tiempo pueda ser leído y disfrutado por quienes vengan después.
En los próximos artículos comenzaremos con algo muy especial: la voz de mi madre, a través del primer capítulo de su libro, el cual está disponible de manera gratuita en Amazon. El libro completo, en cambio, se puede adquirir en formato digital o en pasta blanda. Ese será nuestro primer gran testimonio, la piedra fundamental de este proyecto y un punto de partida que nos recuerda de dónde venimos y cómo cada historia personal se entrelaza con la historia familiar.
Gracias por acompañarnos desde este inicio.
Esto recién comienza, y espero que con el tiempo este espacio se llene de recuerdos, relatos y momentos compartidos. También espero que inspire a cada uno de nosotros a seguir contando, a seguir escribiendo, a seguir recordando, porque es en esos relatos donde se fortalece nuestra identidad familiar.
— Luis